
El momento de la creación es un tiempo sagrado propiamente dicho. La parroquia para un pueblo como El Carmen de Viboral no solo representa los límites donde se manifiesta lo sagrado sino la constitución de toda una comunidad; es el lugar desde el cual el vasto espacio circundante se revela y se construye. Para el año 1752 el presbítero Fabián Sebastián Jiménez de Fajardo y su hermano Juan Bautista construyeron en terrenos de la hacienda denominada “Carmen” una capilla de techo pajizo con la ayuda de un grupo de esclavos, erigida posteriormente como viceparroquia en el año 1806. Un año después, el 29 de agosto de 1807 fue elevada a la categoría de parroquia por Decreto del obispo de Popayán Ángel Valverde Bustamante, declarada como Parroquia Nuestra Señora del Carmen y dedicada a su patrona la virgen del Carmen.
El primer templo mayor de la parroquia inicia su construcción en agosto de 1869 por el párroco Manuel de los Ángeles Betancur y 31 años después fue terminado. Desde el inicio del siglo XX el templo estuvo en pie hasta el año 1962, año en el que un terremoto deja seriamente afectado el frontis y las cupulas del templo, a tal punto que Monseñor Alfredo Rubio, obispo de Sonsón, el 9 de abril de 1963 declara que es necesario reconstruir el templo.
El templo constituye la estructura sobre la cual los pueblos del oriente antioqueño simbolizan no solo su carácter religioso, sino que además erigen todas sus dinámicas territoriales. Más allá de los elementos de carácter general, debemos considerar con mucho más cuidado los elementos particulares que dinamizan la actividad urbana. Además de que las parroquias sean un referente estético y arquitectónico, se debe considerar que estos templos forman un hito fundacional de pueblos que crecieron manteniendo este lugar, como el corazón que bombea vida a su alrededor.
El monumental templo actual se empezó a construir en 1964 por el párroco Mario Ángel Gutiérrez, este templo se declara como una magnifica e imponente joya arquitectónica, este edificio es de moderna arquitectura antisísmica, esta ornamentado con artísticos vitrales, lo mismo que mosaicos en cerámica, las columnas centrales y el camarín están enchapados en mármol de alicante – España, y los muros con lujosa piedra bogotana. En el imponente camarín central se encuentra la artística imagen de vestir de la patrona Nuestra Señora del Carmen. Su torre lateral de 33 metros de altura esta dotada con un prestigioso reloj electrónico de cuatro caras, este templo actualmente ha tenido diferentes mejoras y mantenimiento permanente.
En El Carmen de Viboral el patrimonio arquitectónico ha disminuido paulatinamente por acciones tanto públicas como privadas, sin embargo, es la memoria colectiva el elemento clave para la conservación y preservación de los lugares que han formado parte de la consolidación de nuestra identidad. La forma en la cual está construido este templo refleja los intentos de una arquitectura sacra para situarse en el mundo y para generar recuerdos. Este tipo de construcciones se llevan a cabo de tal modo que sean reconocibles y distinguidas, una forma de contener en su estructura el mensaje inscrito de lo sagrado. En la mayoría de los casos, construimos por fines emocionales, además de por razones ideológicas y prácticas. Intentar darle sentido a un pueblo sin reconocer el impacto estético como moral del templo, tanto como representación arquitectónica como lugar espiritual es pasar por alto un aspecto fundamental de su naturaleza.
Hugo Fernando Trujillo Alzate
Vigía del patrimonio, El Carmen de Viboral
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